Consejos para elegir una buena tipografía

Consejos para elegir una buena tipografía

Muchas personas no saben que tipo de letra es el más adecuado para un periódico, un cartel, una revista o un folleto. A continuación analizaremos cómo elegir la fuente correcta para nuestro proyecto. Aunque primero debéis saber que, estos consejos no tienen la última palabra, lo que quieren conseguir es ser una buena ayuda en el momento de la elección de la tipografía. Siempre es importante saber qué es lo que se quiere transmitir, puesto que la legibilidad es tan importante como el diseño que presenta la tipografía.

1. La forma de la letra

El “ductus” representa el esqueleto de la letra. Es muy importante para la buena legibilidad del texto, para ello es necesario utilizar tipografías con un ductus simple sin detalles complejos, ya que estos detalles pueden distraer en el proceso de lectura y fuerzan al lector a prestar atención al contenido y no al texto.

2. El peso

Es la relación coherente entre las propias letras (el color) y la luz que fluye alrededor de ellas (blanco de página o contraforma). Una tipografía demasiado fina en un texto con tipografía abundante, probablemente, conseguirá que el lector se canse y no quiera seguir leyendo.

3. El contraste

Se refiere a la diferencia de grosor entre los trazos verticales y los trazos horizontales. Por ejemplo, la tipografía Bodoni hace que, al leer de una fotocopia que a su vez ha sido fotocopiada de otra fotocopia, solo se lean los trazos verticales y los horizontales hayan desaparecido. Una buena tipografía debe ser capaz de resistir gran cantidad de copias: debe ser robusta, sólida, pero no tosca.

4. El eje

Puede afectar a la lectura. Los trazos verticales prevalecen en las tipografías y si el eje es diagonal, el ojo tendrá problemas para seguir esa línea. Si la tipografía utiliza más de un eje puede ocurrir que la frase se nos desordene.

5. La altura x

Muestra de qué tamaño es el cuerpo legible de la letra. Es muy importante en el momento de la lectura del texto. Ascendentes y descendentes demasiado largas requieren una altura x más pequeña.

6. La altura de las mayúsculas

Antiguamente las mayúsculas eran diseñadas del mismo tamaño que las ascendentes o incluso más grandes. La aparición de una mayúscula entre minúsculas en ocasiones suele atentar a la lectura del texto e incluso puede afear el diseño. Por ejemplo, algunos diseñadores piensan que: “cuando escribo la palabra Garamond con la fuente Garamond siento, siento como si la G fuera un dinosaurio y la a fuera su presa”.

7. Terminaciones

Cuando utilizamos una tipografía en un formato grande, por ejemplo en un póster, tenemos que verla grande. Así que todos los pequeños detalles del diseño tipográfico se evidencian y también los errores. Si una tipografía está mal dibujada es una buena razón para descartarla y no utilizarla en nuestro diseño. Muchas tipografías tienen terminaciones horribles o poco cuidadas. Un diseñador debe ser capaz de no utilizar este tipo de tipografías en sus trabajos.

8. Texto y textura

Un bloque de texto se parece, en la distancia, a una textura. Cuando escribimos un texto y vemos la textura que produce, ésta debe ser uniforme, sin caracteres más gruesos o puntos que puedan atraer la atención. Si destacan letras por su grosor dentro de ese bloque de texto podemos decir que la tipografía está mal diseñada.

9. Apertura de la contraforma

En los diseños de muchas tipografías encontramos las contraformas muy cerradas. Este hecho puede provocar problemas de legibilidad como leer “o” en lugar de “c”. por el contrario, si las contraformas están muy abiertas, la contraforma interna de la letra se une a la contraforma externa de la letra, lo que provoca una gran cantidad de blanco que afea la visión de la tipografía.

10. El efecto pescado

Este efecto se hace evidente cuando la contraforma interna es más grande que el espacio entre caracteres. Se ve muy extraño cuando los caracteres redondos u rectos se une. Un buen tipógrafo diseña la forma y también la contraforma interna y externa y su ductus.

11. Contraforma externa

Hay detalles pequeños que hacen que una tipografía sea más o menos legible. Una contraforma cuidadosamente diseñada lleva al lector a comprender el texto mejor. Piensa en la relación entre el trazo vertical de la “n” y su curva, o la diferencia entre “rn” y “m” en algunas tipografías.

12. Contraforma interna

Un ojo pequeño en una “a” o una “e” hará que la letra desaparezca, sobre todo en tamaños de letra muy pequeños. Éstas letras son las más utilizadas en la mayoría de los idiomas, por eso esto se convierte en un problema muy grande.

13. ¿Está completa?

¿Cuántas veces observamos que la fuente que estamos utilizando no tiene un carácter? Algunos diseñadores de tipografía no diseñan algunos caracteres como la “ñ”, los acentos, puntos, comas o números. Es mejor verificar la fuente antes de usarla porque puede ocurrir que nos demos cuenta cuando tengamos el diseño demasiado avanzado y nos toque planteárnoslo todo de nuevo.

14. La familia

Es importante verificar que la familia sea abundante, con negritas, cursivas, etc. También es importante mirar que la cursiva sea legible como la regular ya que en ocasiones las cursivas presentan un diseño demasiado rococó. Además es bastante difícil diseñar con tipografías que solo tengan la versión regular, es importante destacar partes del texto con negritas o versalitas. Aunque es cierto que los programas de diseño vectorial permiten al diseñador trazar el texto y poder jugar con la tipografía confiriéndole su propia personalidad.

15. El interletraje

Hay tipografías en las que el espacio entre los caracteres es malo o inexistente. Un buen diseñador puede corregir los interletrajes que no le parecen correctos, pero es mucho trabajo cuando todo el texto se ve mal. Hay programas que ayudan haciendo ese trabajo automáticamente, pero no queda tan bien como si lo hace un diseñado manualmente. Trata de usar fuentes con espaciado entre caracteres correcto y evitarás este tedioso problema.